Artículos de Opinión

Gustavo Meixueiro Nájera
Consejero Presidente del IEEPCO
Twitter: @gmeixueiro

Del 17 al 25 de noviembre se realizó uno de los ejercicios cívicos más importantes en el país: la Consulta Infantil y Juvenil 2018. Esta actividad es resultado de un esfuerzo de colaboración entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismos Públicos Locales Electorales. Estas instituciones sumaron esfuerzos, personal y trabajo para hacer posible que la juventud y niñez acudiera a manifestar sus opiniones.

Es importante destacar que ésta fue la octava Consulta Infantil nacional que se lleva a cabo en México. La primera tuvo lugar en el año de 1997 y a partir de entonces, como un proyecto de continuidad, cada tres años se ha realizado. Para llevar a cabo este ejercicio democrático y de construcción de ciudadanía se instalaron casillas en entornos escolares, módulos de atención ciudadana, así como en espacios itinerantes. En el caso de Oaxaca fueron instaladas 898 casillas para la emisión de opiniones, 155 por ciento más de la meta original.

Sin duda alguna, es importante que la niñez y la juventud quiera expresar sus opiniones sobre temas cotidianos y lo que les preocupa, así como hacer propuestas; pero me parece que ello cobra más relevancia cuando las instituciones escuchan lo que la población tienen que decir. En este sentido, la Consulta infantil y juvenil da un mensaje de acercamiento y diálogo con la sociedad. El fortalecimiento de nuestra democracia implica tomar en cuenta otras voces que anteriormente no tenían eco, en este caso, la voz de las personas menores de 18 años que no han adquirido la condición ciudadana.

Es fundamental que las personas se apropien del espacio público y que lo hagan para realizar este tipo de actividades cívicas. Las y los niños, así como la juventud deben saber que el espacio público les pertenece, y esta consulta fue una muestra del buen uso que se le puede dar al mismo.

Con este tipo de ejercicios se incentiva desde temprana edad la participación en los asuntos de interés público. Niñas y niños, así como jóvenes pueden conocer de primera mano lo trascendente que es ser parte de la vida pública y asumir responsabilidades cívicas, lo que sin duda alguna tiene un impacto en su vida futura. La participación en Oaxaca superó también las metas esperadas, 176,688 niñas, niños y adolescentes acudieron a las casillas a emitir sus opiniones en esta otra fiesta cívica.

Los resultados combaten el mito de que a la juventud les son ajenas las decisiones públicas, quienes dedicaron parte de su tiempo para ir a alguna casilla deben saber que son el presente y el futuro de nuestra sociedad. Una sociedad participativa, una sociedad distinta que quiere hacerse escuchar por medio de valores democráticos.

Quiero expresar mi gratitud a las más de mil personas que participaron como voluntarias para instalar las casillas y recibir las opiniones, sin su participación este ejercicio no hubiera sido posible. No menos importante fue la participación de instituciones y organizaciones de la sociedad civil quienes dieron difusión a la misma, formaron parte de los grupos de trabajo y sumaron esfuerzos para llevar a cabo el proyecto.

Agradezco también a las familias oaxaqueñas que llevaron a las y los niños a emitir sus opiniones. A quienes acompañaron a las personas que querían participar, a las y los jóvenes por opinar sobre las condiciones de igualdad de género en la convivencia cotidiana, tema de la Consulta realizada este año.

Mi reconocimiento es para todas y todos los que suman y apuestan a construir otro tipo de ciudadanía, a quienes demostraron una vez más que en Oaxaca todas las voces son importantes. A quienes estamos convencidos de que tener una sociedad plural e incluyente e instituciones que escuchan es vivir en verdadera democracia. Por ser parte de este diálogo público. ¡Muchas gracias! Porque con una niñez y juventud más interesada en participar de los temas públicos podremos tener un mejor país, una mejor sociedad y por supuesto un mejor Oaxaca.